DIVAGO

Pasa nostálgicamente la espontaneidad, pasa la vida de la mano de un grito de alivio. Yo camino y pienso en azul cerrado, en flores, en ti , en Lorenzo, en frondosos bosques de recuerdos y en la existencia. Que tonterías tengo. Mientras, tu muestras la destreza que posees sobre 9 dígitos y un cero que no ausenta su valor. Yo vago y muestro mi maula. mi mirada se pierde, nada encuentro, nada busco. Y tu dando soluciones a las tendencias de la vida, a las rutinas. Jamás perderé mi esencia, solo eso tengo, solo eso valgo. No es poco. No es nada. Pero cierro los ojos y recreo un encuentro contigo, divago y me pierdo en la neblina de mil palabras incorrectas. Hoy digo tonterías, no pretendo decir nada, mucho menos explicar algo. Pero sin quererlo, pretendo que me entiendas. No creo que veas por mis ojos, puede que ni siquiera yo lo haga, mas se que miras, que ves y que entiendes. La naturaleza nos ha parido curiosos, rebeldes. Y tu colgada de mil teclas, de mil verdades absolutamente cuantificables. Lo siento, o... me alegro. Pero la verdad es que sin ti no soy nada, tu me inspiras libertad, un vuelo, quizás me inspires una cacerola con agua a punto de ebullición. NO SÉ. Me he perdido y dudo que quiera encontrarme.

ADIQUINES BAJO MIS PIES


Caminaba hacia las luces de neón, rozaban mis pies el áspero asfalto ya gastado por otras búsquedas. Adoquines y adoquines. Caminaba hacia la próxima salida, la resurección del alba me reconfortaba, me liberaba. Adoquines y más adoquines. Perdía el norte, el sur, me perdía yo. Buscaba más de mi y más de ti mientras silbaba blues. Adoquines y farolas. Desperté en un banco, sucio y oliendo a alcohol. Farolas y señales, personas incrédulas de feliz rutina, solo había adoquines, adoquines y los restos de una noche de desbandada. Adoquines y vómitos, restos de una noche de despedida.

BELLA CURVA JAMÁS TRAZADA

Tejes el urbano movimiento de la vieja ciudad. Matas de calor a la brisa con tu danza andarina, flotas sobre un cielo de adoquines, destrozas los tramos de cotidianidad con los sables de tus andares. Matas, aniquilas, arrancas corazones sin perdonar, no conoces la piedad de los debiles de amor. Te evaporas cual sudor caldoso por ti, el celaje emanado de tu perfumada existencia,provoca el renacer de estaciones más floridas, de noches en mejores compañías, en tú compañía.
Mil besos nocturnos. Mil canciones rematadas con una caricia. Mil miradas comprometidas, encontradas en el delito de amar tan intensamente.
Perdón pido al corazón por haberte encontrado, pues no encuentra descanso en presencia de la más bella curva jamás trazada.
Pasión por Ti!
Deseo por Ti!

RENDIJA EN LA MEMORIA

La memoria, dorso de una puerta del aseo de un tugurio de mil vidas cobradas. Esa reminiscencia de lo vivido, evocación de lo ya transcurrido y sufrido.
Por una rendija curioseé en tus recuerdos. Después de un momento lloré.
No encontraba libertad. No te encontraba a ti. Amnesias etílicas, lágrimas absurdas, abrazos fingidos, sonrisas forzadas.
¿Dónde estás tu?
Volví a recuperar mi camino sin dejar de sentir que te has disipado.
Perdido en la inmensa cotidianidad de lo real, lo visible.
Soñando en causas perdidas pero no vividas. Añorando realezas de la naturaleza no observadas.
Solo conseguirás sentir y sentirte cuando la memoria a largo plazo carezca de sentido en la supervivencia logica de tu vida

MUDO DE TU NOMBRE


Me desperté desnudo como nunca, como siempre.

Cansado, generoso.
Había dormido y la noche ya haía dejado de hablarme a gritos. Cansada de escuchar sollozos abnegados a alguien ausente, se había resignado.
Me había resignado.
Camine hacia la ventana, corría el viento y mi voz se quedó muda de tu nombre y te llamaba.
...
...

La cálida brisa me abrigo del frío de mi penuria. Hacia tiempo que no me encontraba y lloró, me abrazó y lloró.
Su sexo solidario me recordó miradas añosas, suaves y cromáticas.
Me permitió amar, no sé a quién, pero amé.