Corro y corro para huir de una normalidad estática, de una mentira duradera, de la vista atrás con lágrimas en los ojos. Me he tenido que ocultar en los matojos de tu jardín para espiarte, para conocerte. Corro y corro para no ser descubierto, para no ser, no más. No soy alguien más.
Que se joda la normalidad y los normales.
Yo quiero ser triste y aburrido y de sopetón cambiar y reirme de mi y mi nariz de payaso, de mis hechuras y mis repentinas perdidas de memoria. No quiero irme sin ti. Quiero que me rompan el corazón, quiero llorar por ello y quiero recordarlo, en unos años, con una sonrisa en la boca. No quiero risas de comisura de labios. Quiero carcajadas, chistes, bromas, burlas. Quiero tener la cabeza ocupada. Y quiero querer, pues sufre más el que no ama.
Que se joda la normalidad y los normales.
Huyo o exploto. Huyo o de lo contrario tengo que afrontar una vista ajena a mis anhelos. Normalmente, escapo por miedo, por saturación o aventura. Hoy me alejo de todo por incertidumbre, por inconsciencia y por cerrar los ojos.
Que se joda la puta normalidad. Que se joda con su afán de estandarizar todo lo que nos rodea. Yo no soy de esa forma. Yo veo colores y luces en los caminos. Veo carnaval y romerías en las calles. Me giro si pasas y saludo con una sonrisa o con un afecto. Que se Joda la puta normalidad de trajes con sogas al cuello. No quiero ser como tú, o... cómo yo?